Buscar este blog

lunes, 30 de diciembre de 2013

Aniversario de la controvertida muerte del General Prim (27-30 de diciembre de 1870)

Entre los días 27 y 30 de diciembre de 1870, el Presidente del Gobierno de España y una de las figuras políticas claves en la historia de nuestro país, se debatía entre la vida y la muerte: Juan Prim y Prats.


Prim, viajaba, un 27 de diciembre, en su berlina desde el Congreso de los Diputados hacia el Palacio de Buenavista, y a su paso por la Calle del Turco (hoy Marqués de Cubas) sufrió un atentado en el que recibió varios disparos por parte de unos desconocidos. A lo largo de los tres días siguientes se abren numerosas incertidumbres, que dejarán, sin duda, una impronta en la evolución política de nuestro país. El día 30 se certificó la muerte del militar, pero nadie fue condenado por su muerte, y casi ciento cincuenta años después de su muerte, el asesinato sigue aún sin haberse resuelto.

Antes de morir, Prim tuvo tiempo de declarar que entre los atacantes pudo identificar la voz de un parlamentario republicano, José Paúl y Angulo, al que oyó gritar "fuego, puñeta, fuego". Paúl, antiguo amigo y aliado de Prim, fue uno de los más críticos a su "traición" a la Revolución de 1.868, tanto desde el Parlamento como desde el pasquín "El Combate" que durante un breve tiempo se publicó en Madrid. Tras la muerte de Prim, huyo de España para nunca regresar y aunque escribió un libro donde negaba su participación en los hechos, más de una prueba apunta claramente hacia él (entre ellas el testimonio de un tal José López, que llegó a estar detenido durante casi diez años durante la instrucción del caso, aunque nunca llegó a ser juzgado ni, evidentemente, condenado). López también escribió un libro en contestación al de Paúl y Angulo, acusando a éste de estar detrás del atentado.

Respecto del
Duque de Montpensier, Antonio María de Orleans, existen fuertes sospechas sobre su apoyo económico a los autores materiales del atentado y sobre la implicación de alguno de sus subordinados (su ayudante Felipe Solis), aunque tampoco se pudieron probar. Se sospecha que Montpensier pensaba que el asesinato de Prim haría que Amadeo se replanteara su decisión de aceptar el trono español, lo que volvería a convertirle en el principal candidato a la corona, pero no fue así. Irónicamente, aunque él no llegó a conseguir acceder al trono, su hija Maria de las Mercedes casó con Alfonso XII y se convirtió en Reina de España.

Menos consistentes parecen las pruebas de la implicación del Regente
Francisco Serrano en la muerte de Prim. Sí parece que ambicionaba convertirse en Rey de España y que, a pesar de las advertencias de un posible atentado, no se puso mucho empeño ni en evitarlo ni, posteriormente en resolverlo.

También se habla de la implicación de uno de los miembros de su escolta, José María Pastor al que alguno de los implicados acusó de haber financiado el magnicidio.


Del 27 al 30 de diciembre, los tres días  en los que gobernó Serrano.

27 de diciembre de 1870. 
A las horas del atentado, el general Serrano, regente de España, nombra al vicealmirante Juan Bautista Topete ministro del Estado y, de forma interina, presidente del Consejo de Ministros y del Ministerio de la Guerra. El decreto no se publica en la Gaceta hasta el 29. También se nombra a Adelardo López de Ayala ministro de Ultramar.

28 de diciembre:
 A pesar del nombramiento, Serrano comunica que el presidente del Consejo de Ministros, Juan Prim , sólo ha sido «ligeramente herido al salir del Congreso en la tarde de ayer por disparos contra su coche en la calle del Turco» y que «se ha extraído el proyectil [en singular] sin accidente alguno… ni complicación». Topete explica en las Cortes cómo Serrano le ofreció la presidencia delante del «cuerpo ensangrentado de Prim » y expresa su deseo de traer a Amadeo de Saboya al trono, a pesar de su oposición tan sólo cinco días antes.

29 de diciembre: 
Se informa que el día anterior «se levantó el apósito que se había aplicado al presidente sin haber tenido lugar los accidentes que suelen presentarse en esta clase de heridas tan sujetas a complicaciones. El estado del enfermo no puede ser más halagüeño».

30 de diciembre:
Por la mañana se apunta por primera vez a la fiebre y a la existencia de varias heridas, sin que se califique de grave. Amadeo desembarca en Cartagena a las 14.30 donde le recibe el almirante Topete. Esa noche se comunica que Prim ha muerto. El parte oficial habla ya de seis disparos, y concluye que la muerte se debe a una fiebre producida por «los grandes destrozos causados por las balas en codo, muñeca y hombro del lado izquierdo» que desembocan en una «intensa congestión cerebral que le produjo la muerte a las ocho y cuarenta y cinco minutos».

 Fuente: Diario Oficial del Estado




La Comisión Prim de Investigación, ha realizado un estudio forense del cuerpo embalsamado, que se conserva en Reus, para esclarecer las causas de su controvertida muerte, comunicada oficialmente precisamente el mismo día que el nuevo rey Amadeo Saboya, la apuesta del propio Prim, llegaba a España para convertirse en el monarca de los españoles.
Los expertos de la Universidad Camilo José Cela, al frente de los cuales se encuentra la médico forense María del Mar Robledo, certifican que las heridas que sufrió eran mucho más graves de lo que se dijo entonces: “los impactos del hombro izquierdo como destaca el “informe de autopsia” del sumario 306/1870 resultarían mortal ut plurimum, esto es mortal de necesidad,  y no el incorrecto “ut plurimunt” como se ha venido difundiendo” y que era “prácticamente imposible” que aguantara con vida durante esos días, si bien,  afirman asimismo que una serie de marcas y laceraciones en el cuello evidencian que pudo ser estrangulado  en su lecho de muerte. 



La aparente contradicción de ambas afirmaciones, ya que si las heridas fueron mortales no habría hecho falta que los supuestos asesinos le estrangularan, mientras que si éstas no lo eran, como mantuvo la versión oficial que trasladó al país el general Francisco Serrano, habría sido más lógico que sus adversarios sí trataran de rematarle, se explica en el informe porque los surcos en el cuello “encajan en una necesidad de los asesinos de Prim de no permitir la recuperación del mismo, del que asustaban tanto su fortaleza física como su fortuna de salir indemne” al mismo tiempo que se esgrime que “contrariamente a lo que se ha aceptado hasta ahora, fueron de gravedad” y  que es “prácticamente imposible que se produjera la supervivencia de los tres días oficiales”.




Quedan algunas dudas sobre la posible conspiración:

¿En qué beneficiaba que Prim viviese esos tres días? Según la lógica de los hechos, los supuestos conspiradores, es decir el general Francisco Serrano, entonces Regente del Reino y el almirante Juan Bautista Topete ministro de Ultramar y de Guerra, habrían querido que Prim muriese antes de que Amadeo de Saboya llegara a España, puesto que se habían opuesto a su entronización. Sin embargo, la explicación que esgrimen los historiadores que defienden la teoría de que ambos lo mantuvieron con vida de forma ficticia fue precisamente para que nadie sospechara de ellos, ni de su lealtad,  recibir con los brazos abiertos al futuro rey y minar su autoridad desde dentro. 
Casi ciento cincuenta años después son muchas las dudas que aún envuelven a esta episodio de la historia de España, peroi lo que queda claro es que el rumbo político establecido cambió aquel gélido 27 de diciembre. 



sábado, 9 de noviembre de 2013

9 DE NOVIEMBRE DE 1989: CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN. Una fecha para la historia.

Apertura y caída del muro

Noche del 9 de noviembre de 1989. Berlín

DOCUMENTAL: La caída del Muro de Berlín

En la noche del 9 de noviembre de 1989, poco antes de las 19.00 horas Günter Schabowski, Secretario del Comité Central, anunciaba de forma inesperada al final de una conferencia de prensa que entraba en vigor una nueva reglamentación de salida del país para los ciudadanos de la RDA.

En respuesta a las persistentes demandas de la población, la dirección del partido SED había publicado el 6 de noviembre, un proyecto de ley sobre entradas y salidas del territorio del que, primeramente, sólo debían entrar en vigor las disposiciones referentes a las salidas sin derecho a regresar. De esta forma, se quería frenar sobre todo el continuado éxodo masivo hacia la República Checa. Bajo la presión de los acontecimientos, sobre todo las manifestaciones en Leipzig y Berlín, que dieron a entender claramente que la población no se daba por satisfecha con estas nuevas regulaciones, el texto fue revisado durante la mañana del 9 de noviembre y se añadió una reglamentación de visitas. En el futuro, se extendería sin condiciones especiales y sin tiempo de espera una visa para viajes privados con derecho a regresar.

Durante la conferencia de prensa Schabowski anunció antes de tiempo la entrada en vigor de la nueva regulación. Debido a fallos en la comunicación explicó a los periodistas sorprendidos que se podían solicitar viajes privados al extranjero “sin necesidad de presentar condiciones especiales, motivos de viaje específicos o lazos familiares”. Dijo que los permisos serían concedidos a corto plazo y afirmó que, según le constaba, esta regulación entraba en vigor “de inmediato, sin demora”.

Después de que las noticias del primer canal público de la televisión alemana, ARD, hubiesen difundido, a las 20:00 horas, la declaración de Schabowski como la noticia más importante del día bajo el título "LA RDA abre sus fronteras", cada vez más berlineses del Este empezaron a amontonarse frente a los pasos fronterizos hacia Berlín Occidental para hacer uso inmediato de su nuevo derecho. Para los guardias fronterizos, que no estaban informados, la situación era, inicialmente, muy poco clara.

Para aliviar la creciente presión de las masas, los guardias del paso fronterizo de Bornholmer Straße dejaron pasar a los primeros ciudadanos de la RDA hacia Berlín Occidental a partir de las 21:20. Sin embargo, el responsable del servicio de control de pasaportes ordenó sellar y con ello invalidar los pasaportes, privándoles así de su nacionalidad, sin ellos saberlo. No obstante, alrededor de las 23:30 la conglomeración de gente, fue tan grande que el responsable del servicio de control, aún sin haber recibido todavía órdenes oficiales, abrió finalmente la barrera. Alrededor de 20.000 personas pudieron pasar en las siguientes horas el puente Bösebrücke sin pasar por control alguno. El resto de los pasos fronterizos de la ciudad fueron abiertos en el transcurso de la noche. A raíz de la revolución pacífica en la RDA y los cambios políticos de los estados de Europa del Este, había caído aquella noche el Muro de Berlín.

También durante los días siguientes se prescindió de cualquier formalidad en los pasos fronterizos. La ciudad entera vivía momentos de gran alegría, en la famosa avenida Kurfürstendamm reinó durante varios días un ambiente de fiesta popular y muchos restaurantes repartieron bebidas gratuitamente entre los visitantes. Después de 28 años, el Muro de Berlín había perdido su poder terrorífico.

Durante los días siguientes, se abrieron cada vez más los pasos entre las dos mitades de la ciudad, el 22 de diciembre también el de la Puerta de Brandeburgo. La demolición del Muro que pasaba por el centro de la ciudad se llevó a cabo entre julio y noviembre de 1990. La caída del Muro se considera el fin de la Guerra Fría.








miércoles, 11 de septiembre de 2013

CHILE, 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973: EL GOLPE DE ESTADO MILITAR ACABA CON EL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE

En el día de hoy, 11 de septiembre de 2013, se cumplen 40 años del golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas de Chile junto a los Carabineros y encabezado por Augusto Pinochet, que acabó con el legítimo gobierno del socialista Salvador Allende en Chile. 
El presidente Allende llegó a la presidencia chilena el 4 de septiembre de 1970 con el 36,3 % de los votos e inmediatamente comenzó la puesta en práctica de una serie de reformas destinadas a la mejora económica y social del país:
1) Nacionalización de la minería del cobre y la banca: En los años setenta, el cobre representaba tres cuartas partes del total de las exportaciones del país. Cuando Allende llega al poder, el Estado posee el 51% de las principales minas de cobre. El resto pertenece a compañías estadounidenses, en particular Anaconda Copper Company, controlada por las poderosas familias Rothchild y Rockefeller. En Julio de 1971 el gobierno de Allende, con el apoyo unánime del parlamento chileno, nacionaliza por completo la minería del cobre.
Allende nacionalizó otras 91 industrias básicas durante su primer año en la Presidencia, entre ellas la banca.

2) Reforma agraria: La mayor parte del terreno cultivable de Chile eran latifundios en manos de un puñado de familias. El gobierno de Allende promulgó una reforma agraria que prohibía la posesión de más de 80 hectáreas por persona. En 18 meses todos los latifundios desparecieron. Además se instauró una asistencia técnica gratuita al campesinado y se establecieron planes de crédito para las nuevas cooperativas.

3) Reformas sanitarias, educativas y sociales.
- Gratuidad de la universidad. El número de estudiantes universitarios creció un 89% entre 1970 y 1973. Sistema de becas para los niños de descendencia indígena (fundamentalmente mapuches) que habían sido discriminados durante décadas.
- El Programa de Suplementos Alimenticios fue extendido a todos los niños en escuelas primarias y a todas las mujeres embarazadas.
- Aumento de las pensiones mínimas al doble de la inflación.
- Instauración de un sistema de centros de salud en barrios obreros con al menos 1 centro de salud por cada 40.000 habitantes.

La posibilidad de ejecutar un golpe de Estado contra el gobierno de Allende fue incluso anterior a su elección. El gobierno de Estados Unidos, dirigido por Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, influyeron decisivamente en grupos opositores a Allende, financiando y apoyando activamente la realización de un golpe de Estado. Dentro de estas acciones se encuentran el asesinato del general René Schneider y el llamado el Tanquetazo, una sublevación militar que aconteció en julio de 1973. A mediados del año 1973, tras ésta sublevación grupos pertenecientes a la Armada de Chile planean derrocar al gobierno, al que posteriormente se suman los altos mandos de la Fuerza Aérea y grupos dentro de Carabineros. Días antes de la fecha planificada para la acción militar, se sumó Augusto Pinochet, comandante en jefe del Ejército. En la mañana del 11 de septiembre, las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de Orden lograron controlar gran parte del país y exigieron la renuncia inmediata de Salvador Allende, quien se encontraba en el Palacio de La Moneda. Tras el bombardeo de la sede presidencial, Allende se negó a entregarse y posteriormente se suicidó; la resistencia en el Palacio fue neutralizada.



El golpe de Estado marcó el fin del gobierno de la Unidad Popular, que sería seguida por el establecimiento de una junta militar liderada por Pinochet. Chile,  en una dictadura militar que se extendió hasta 1990 . Durante este período, fueron cometidas sistemáticas violaciones de los derechos humanos, se limitó la libertad de expresión, se suprimieron los partidos políticos y el Congreso Nacional fue disuelto.


miércoles, 28 de agosto de 2013

"I HAVE A DREAM" (Martin Luther King, 1963). 50 aniversario de sus discurso



Martin Luther King (1929-1968) fue un pastor estadounidense de la iglesia bautista, que se caracterizó por su incesante labor en EEUU en defensa de los derechos civiles para los afroamericanos, y que participó incesantemente como activista en numerosas propuestas contra la Guerra de Vietnam y la situación de los más desfavorecidos. Es recordado como uno de los líderes y héroes, más importantes de la historia estadounidense en la lucha de la no violencia. 

En este día se cumple el 50 aniversario de su famoso discurso: "I have a dream", pronunciado el 28 de agosto de 1963 delante del monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC, durante una histórica manifestación de más de 200,000 en pro de los derechos civiles para los negros en los EE.UU.



El contenido está disponible bajo los términos de la GNU Free Documentation License:

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"
Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.
Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".

Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"

domingo, 18 de agosto de 2013

GOLPE DE ESTADO EN LA URSS (19-21 de agosto de 1991)


El Intento de Golpe de Estado en la Unión Soviética, también conocido como el Golpe de Agosto, fue un período de tres días, entre el 19 y 21 de agosto de 1991, en el que un grupo de miembros del gobierno de la Unión Soviética depusieron al presidente Mijaíl Gorbachov e intentaron tomar el control del país.
Los líderes que encabezaron el golpe de estado eran miembros del Partido Comunista (PCUS) de la línea dura, que pensaron que el programa de reformas de Gorbachov había ido demasiado lejos, y que el Nuevo Tratado de la Unión que había negociado dispersaba el poder del gobierno central en favor de las distintas repúblicas. El objetivo era revertir el rumbo de las reformas políticas y económicas emprendidas en los años ochenta. 
El golpe fracasó en sólo tres días y Gorbachov volvió al poder. Sin embargo, los hechos ocurridos afectaron  PCUS, contribuyendo al colapso de la Unión Soviética.

El colapso de la URSS. El golpe de Estado.




Premisas
Para el 20 de agosto de 1991 había sido anunciada la firma del nuevo Tratado de la Unión. La URSS se convertiría en un Estado federativo compuesto por repúblicas soberanas con poderes mucho más amplios. Anteriormente, el 17 de marzo de 1991, en el país se había celebrado un plebiscito y el 76 % de los participantes se había pronunciado por la preservación de una Unión renovada.
Mientras tanto, ya el 3 de marzo la república de Lituania había declarado su independencia; también el 3 de marzo se habían pronunciado los habitantes de Letonia a favor de separarse de la URSS y el 9 de abril se celebró otra consulta popular en la república de Georgia. Los georgianos votaron a favor de separarse de la Unión Soviética. Las demás repúblicas de la URSS también estaban a punto de declararse independientes de las autoridades centrales de Moscú. 
La cúpula gobernante del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética y del Gobierno de la URSS continuaba manejando ideas conservadoras y sentía inseguridad personal ante el futuro. El ala conservadora con ayuda del KGB procedió a los preparativos de la destitución del presidente de la URSS. 
Crónicas de agosto
El intento de golpe de Estado fue emprendido a las seis de la mañana del 19 de agosto de 1991. Por la televisión y la radio soviéticas se leyó el mensaje de un nuevo organismo del poder nacional: el Comité Estatal de Situación de Emergencia. En el documento se declaraba el estado de excepción a partir de las 4 de la mañana del 19 de agosto de 1991 en varias provincias de la URSS y por un periodo de 6 meses. Se suspendieron las actividades de todos los partidos políticos y en Moscú y en otras ciudades importantes entraron las tropas. Se estableció la censura de los medios de comunicación y se limitaron los derechos y libertades constitucionales. En las grandes ciudades se estableció el toque de queda. “Tenemos que tomar medidas decisivas que eviten la deriva del país hacia la catástrofe”, decía el texto del documento.
Guennadi Yanáyev, vicepresidente de la URSS, se proclamó presidente en funciones del país en sustitución de Mijaíl Gorbachov, que, según el Comité de Emergencia, había enfermado gravemente.
En la noche del 19 de agosto los seis miembros del Comité aparecieron en una conferencia de prensa. Yanáyev aseguró que Mijaíl Gorbachov estaba vivo y regresaría a Moscú después de su recuperación.
El mismo día, a las 9 de la mañana, el presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR por sus siglas en ruso), Borís Yeltsin, había transmitido un mensaje a los ciudadanos del país en el que calificaba la situación de golpe de Estado reaccionario. Yeltsin convocó una huelga general. Esta grabación fue emitida únicamente por una emisora liberal con cobertura en Moscú. En el resto de canales los presentadores continuaban leyendo comunicados del Comité de Emergencia.
Por las carreteras occidental y nororiental de Moscú entraron tanques, vehículos blindados y camiones con tropas de élite: las divisiones Tamánskaya, Kantemírovskaya y Dzherdzhínskaya, en total unos cuatro mil uniformados. Tropas territoriales fueron emplazadas asimismo a Leningrado y a los alrededores de las capitales de las “rebeldes” repúblicas de Lituania, Letonia y Georgia.
En el primer día del intento del golpe una compañía de tanques se negó a subordinarse a los golpistas. Al mediodía del 19 de agosto Borís Yeltsin salió a las puertas del edificio del Soviet Supremo de Rusia y trepó a uno de estos tanques. Yeltsin se dirigió a la muchedumbre que estaba en los alrededores desde las primeras horas de la mañana y repitió su mensaje con la denuncia del golpe de Estado.
Las tropas se veían extrañas entre los habitantes de la capital de Rusia que se acercaban a los militares y les regalaban flores, cigarrillos, brindaban con cerveza y vodka y les instigaban a no cumplir órdenes. A medida que transcurrían las horas Borís Yeltsin y su entorno se iban dando cuenta de que los organizadores del golpe no controlaban la situación y no podían decidirse a llevar a cabo acciones serias.
El 20 de agosto en las plazas y calles alrededor de la sede del Soviet Supremo de Rusia se reunieron unas doscientas mil personas. Tras escuchar el discurso de Yeltsin miles de personas se quedaron para formar un anillo humano alrededor del edificio. Entre ellos se encontraba el famoso violonchelista Mstislav Rostropóvich y otras personalidades culturales del país. Por la noche se esperaba el asalto.
El único incidente en el que se derramó sangre ocurrió cuando un pelotón de vehículos blindados transitaba, cambiando el lugar de emplazamiento, por un túnel bajo la calle Novy Arbat. Los defensores del Soviet Supremo creyeron que ya había comenzado el asalto. Los carros de combate fueron incendiados con cócteles molotov. Los conductores de los vehículos perdieron la orientación y atropellaron a tres atacantes: Vladímir Úsov, Dmitri Komar e Iliá Krichevski. Fueron enterrados con honores oficiales tres días después.
El 21 de agosto fue agónico para el Comité de Emergencia. La mayoría de las estructuras del Partido Comunista y de los gobiernos provinciales permanecían en la indiferencia o con leves signos de apoyo discreto al golpe. La población del país, excepto las capas más politizadas de la capital de la URSS, no participó en la resistencia frente a los golpistas ni los apoyó. Las repúblicas de la Unión emitieron declaraciones de condena y de la misma manera se pronunció Occidente. Finalmente, el comando Alfa del KGB desistió de tomar por asalto el edificio del Soviet Supremo.
El 21 de agosto los tres miembros más prominentes del Comité de Emergencia volaron a Crimea para entrevistarse con Mijaíl Gorbachov y nuevamente pedirle la renuncia pública. El presidente de la URSS se negó a negociar hasta que le restablecieran la comunicación con Moscú. Al obtenerla inmediatamente derogó todos los decretos del Comité de Emergencia y ordenó detener a los líderes del golpe. El 22 todos ellos fueron arrestados. En la manifestación cerca del Soviet Supremo se estrenó una nueva bandera tricolor de Rusia. En la noche del mismo 22 de agosto en la plaza frente a la sede del KGB se demolió la estatua de Félix Dzherdzhinski, fundador de la policía secreta soviética. Las tropas regresaron a sus cuarteles dejando dañadas las calles y plazas de Moscú por los tanques.
 
Gorbachov bajo arresto domiciliario

Durante los primeros días del intento de golpe de Estado nada se sabía con exactitud sobre lo que ocurría en la residencia presidencial de Crimea. Hasta 1995, cuando Mijaíl Gorbachov publicó sus memorias en la obra Vida y reformas, no se conocieron todos los detalles. En el libro fueron incluidos también fragmentos del diario personal de la esposa del presidente de la URSS, Raísa Gorbachova.
Según las memorias, a las cuatro y media de la mañana del 19 de agosto una docena de aparatos telefónicos en el despacho de la mansión veraniega de Gorbachov en Crimea dejaron de funcionar. Ni los televisores, ni la radio captaban señales. Más tarde en la residencia aparecieron los cabecillas del golpe e insistieron en que el presidente firmara su renuncia voluntaria.
En sus memorias Gorbachov recalca que se negó rotundamente y calificó a los golpistas de pandilla de criminales que respondería por la aventura emprendida.
En la noche del 19 de agosto, la hija de Gorbachov, Irina, y su marido, Anatoli, grabaron con una pequeña cámara de vídeo un mensaje en el que el presidente de la URSS, mostrando un certificado médico, se declaraba completamente sano, rechazaba cualquier vínculo con el golpe y demandaba el levantamiento del estado de excepción. Irina y Anatoli sacaron la cinta de vídeo, la cortaron en varias partes y la repartieron entre la gente de confianza.
La mansión en Forós estaba rodeada por dos anillos de guardias. Frente a las costas se ubicaron tres buques patrulleros. Para que nadie aterrizara, la pista de helicópteros había sido bloqueada con camiones pesados.
Raísa en su diario anotó que durante los tres días de arresto domiciliario, la familia (en la residencia se encontraban, además de la hija y del yerno, dos nietas, Anastasía y Ksenia) salía de la casa para dar paseos por la playa. Gorbachov quería que los guardias y todo el personal de Forós estuvieran al tanto de que el presidente de la URSS no estaba enfermo y no guardaba cama. La familia se negó a comer los productos que llegaban de fuera de la residencia, consumiendo solo lo que estaba en las despensas desde antes del 19 de agosto. Todos tenían miedo de ser envenenados.
El 21 de agosto llegó el momento de máxima tensión. Gorbachov por fin obtuvo un pequeño receptor de radio y escuchó el informe de una emisora extranjera en el que se anunciaba la próxima llegada a Crimea de la delegación del Comité de Emergencia. La familia pensó que, al verse frustrados sus planes, los golpistas querrían matar a Gorbachov. Raísa sufrió un ataque de hipertensión (víctima del estrés, estuvo enferma los dos años posteriores). La guardia personal de Gorbachov (unas 30 personas) se armó con ametralladoras.
A Crimea llegaron dos delegaciones. La segunda era la de los seguidores de Borís Yeltsin. Estos fueron recibidos inmediatamente mientras que los golpistas no fueron admitidos al despacho de Gorbachov. En total el presidente de la URSS permaneció aislado 73 horas. “Estas horas fueron vividas al borde de las posibilidades humanas”, escribió en su diario Raísa Gorbachova.
Malos y buenos

El Comité Estatal para Situaciones de Emergencia se componía de 8 personas:
  • Guennadi Yanáyev, vicepresidente de la URSS (presidente del Comité de Emergencia),
  • Dmitri Yázov, ministro de Defensa de la URSS,
  • Vladímir Kriuchkov, presidente del KGB (servicio secreto) de la URSS,
  • Valentín Pávlov, primer ministro de la URSS,
  • Borís Pugo, ministro del Interior de la URSS,
  • Oleg Baklánov, primer vicepresidente del Consejo de Defensa de la URSS,
  • Vasili Starodúbtsev, presidente del Consejo de Agricultores,
  • Alexandr Tiziakov, presidente de la Asociación de Empresas Estatales.
Todos ellos eran miembros del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Hoy siguen vivos Baklánov, Tiziakov y Yázov. Vasili Starodúbtsev murió en 2011 y fue gobernador de la provincia rusa de Tula entre los años 1997-2005. El ministro del Interior Borís Pugo se suicidó el 22 de agosto de 1991, al día siguiente del fracaso del golpe. Se comenta que le pegó un tiro su esposa, que también se suicidó. Los golpistas permanecieron encarcelados hasta febrero de 1994, cuando la recién elegida Duma del Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) decretó la amnistía.
Entre los que se enfrentaron al golpe la figura más brillante fue Borís Yeltsin. A su lado se encontraba el primer ministro de la república, Iván Siláyev, el presidente del Soviet Supremo de Rusia, Ruslán Jazbulátov, y el vicepresidente de Rusia, Alexandr Rutskói. En octubre de 1993 estos dos últimos se atrincheraron en la sede del Soviet Supremo, rebelándose contra Yeltsin, y el mandatario ruso no dudó en ordenar el asalto, que dejó numerosas víctimas.
En el aplastamiento del golpe de agosto de 1991 también desempeñaron un papel clave el comandante y el subcomandante de las tropas aereotransportadas Pável Grachov y Alexandr Lébed. Ambos se negaron a derramar la sangre de civiles. Grachov en 1992 ocupó la jefatura del Ministerio de Defensa y Lébed fue rival de Yeltsin en los comicios presidenciales del año 1996, donde quedó en tercer lugar, y más tarde obtuvo el cargo de secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
Consecuencias

El 23 de agosto de 1991 durante la sesión plenaria del Soviet Supremo de Rusia y en presencia del presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, Borís Yeltsin firmó el decreto sobre la suspensión de las actividades del Partido Comunista de la Federación de Rusia. El 6 de noviembre, en vísperas de la máxima fiesta comunista (el septuagésimo cuarto aniversario de la revolución bolchevique), Yeltsin prohibió definitivamente el partido.
En el período del 24 de agosto al 16 de diciembre se declararon independientes casi todas las repúblicas de la Unión Soviética. El día 20 de diciembre la URSS dejó de existir.
Cada año el 22 de agosto se celebra el Día de la Bandera Nacional como recuerdo de aquella tricolor que se convirtió en la insignia del país tras la derrota de los golpistas.
FUENTE: 
http://rusopedia.rt.com/historia/issue_251.html

sábado, 17 de agosto de 2013

17 de agosto de 1930. PACTO DE SAN SEBASTIÁN


La situación política en España era crítica a mediados de 1930. La dimisión de Miguel Primo de Rivera y su recambio por Dámaso Berenguer, en nada soluconaron los problemas políticos y sociales del país, incrementados por la crisis económica de la Gran Depresión. Cada vez eran más los que pensaban que el problema radicaba en la propia monarquía. Ese era el ambiente en que se alcanzó, en agosto de 1930, el Pacto de San Sebastián, la alianza de los grupos republicanos españoles para derrocar a Alfonso XIII.

A las tres y media de la tarde del 17 de agosto de 1930, quince hombres de edades y aspectos muy dispares se reunieron en los locales del Casino Republicano de San Sebastián. Habían viajado desde diversos puntos de España hasta la ciudad cantábrica para negociar un pacto de acción de todos los republicanos contra la monarquía de Alfonso XIII. La razón por la que se eligió San Sebastián radicó en la importancia que esa ciudad tenía como residencia temporal de verano, no sólo para la realeza y la aristocracia, sino también para buena parte de la burguesía española de la época.
La reunión fue promovida por Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura que tuvo lugar en la ciudad vasca de San Sebastián el 17 de agosto de 1930. A esta reunión enviaron representantes prácticamente todas las corrientes republicanas.
Presidida por Fernando Sasiaín (presidente del Circulo Republicano de San Sebastián), a ella asistieron:


En esta reunión se constituyó un comité revolucionario, presidido por Alcalá-Zamora, que llegaría a ser el Primer Gobierno Provisional de la Segunda República Española. Adoptó los siguientes acuerdos :
  • Organización autonómica del Estado.
  • Establecer una República.
  • Avalar la libertad religiosa y política.


El siguiente artículo apareció en La Vanguardia, Barcelona, el 19 de agosto de 1930.

“LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS

San Sebastián, 18 [de agosto de 1930]

Todas las personalidades del republicanismo español citadas en la nota que más adelante reproducimos, celebraron el domingo al mediodía, en el Hotel de Londres, una reunión preliminar para cambiar impresiones brevemente y se convino reunirse a las tres de la tarde en el domicilio social de la Unión Republicana de San Sebastián.

La reunión de dichos elementos comenzó a las tres y media y terminó algo después de las seis. Al final se facilitó a los periodistas la siguiente nota oficiosa:

«En el domicilio social de la Unión Republicana, bajo la presidencia de don Fernando Sasiaín, se reunieron esta tarde don Alejandro Lerroux y don Manuel Azaña, por la Alianza Republicana; don Marcelino Domingo, don Álvaro Albornoz y don Ángel Galarza, por el Partido Republicano Radical-Socialista, y don Niceto Alcalá Zamora y don Miguel Maura por la Derecha Liberal Republicana; don Manuel Carrasco Formiguera, por Acció Catalana; don Matías Mallol Bosch, por la Acción Republicana de Catalunya; don Jaime Aiguadé, por “Estat Catalá”, y don Santiago Casares Quiroga, por la Federación Republicana Gallega, entidades que juntamente con el Partido Federal Español -el cual, en espera de acuerdo de su próximo Congreso, no puede enviar ninguna delegación- integran la totalidad de los elementos republicanos del país.

A esta reunión asistieron también, invitados con carácter personal, don Felipe Sánchez Román, don Eduardo Ortega y Gasset y don Indalecio Prieto, no habiendo podido concurrir don Gregorio Marañón por hallarse ausente en Francia, y de quien se leyó una entusiasta carta de adhesión [...].

Examinada la actual situación política, todos los representantes concurrentes llegaron, en la exposición de sus peculiares puntos de vista, a una perfecta coincidencia, la cual quedó inequívocamente confirmada en la unanimidad con que se tomaron las diversas resoluciones adoptadas.
La misma absoluta  unanimidad hubo al apreciar la conveniencia de gestionar rápidamente y con ahínco la adhesión de las demás organizaciones políticas y obreras, que en el acto previo de hoy no estuvieron representadas, para la finalidad concreta de sumar su poderoso auxilio a la acción que, sin desmayos, pretenden emprender conjuntamente las fuerzas adversas al actual régimen político».

Ampliando la nota anterior, podemos decir que la cuestión batallona de la reunión fue el criterio mantenido por la representación catalana, expuesto claramente por el señor Carrasco Formiguera en el sentido de que para tomar parte en el hecho revolucionario necesitan ellos el reconocimiento de la personalidad catalana, pues no pueden prescindir de ser catalanes, aunque sean republicanos.

Unánimemente se mantuvo entre los reunidos el criterio de que Cataluña redacte libremente el Estatuto Catalán, sometiéndolo en su día al refrendo de las Cortes Constituyentes.

En este espíritu federalista de la asamblea se dijo también que el mismo criterio habría de seguirse por lo que respecta a otras regiones con personalidad definida, como son las Vascongadas, Galicia, etc., dentro de la unión perfecta de todas ellas.

Se convino ampliar las gestiones de todos los elementos antidinásticos, como el Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores, la Confederación General del Trabajo, etcétera [...]”