Hace escasos días se cumplió un mes del lanzamiento de una serie de misiles norcoreanos por parte del régimen de Pyongyang sobre la isla fronteriza de Yeongpyeong (situada en la frontera del mar Amarillo y cuyo territorio pertenece a Corea del Sur). Como consecuencia de tales ataques murieron cuatro civiles. El ataque fue repelido con disparos por las fuerzas surcoreanas, que desplazaron aviones de guerra a la zona. Desde entonces se están viviendo momentos de tensión diplomática casi a diario.
Este constituye el último episodio protagonizado entre las dos Coreas en territorio fronterizo, el incidente más grave entre ambos países desde el fin de la guerra de Corea, desde que en 1953 se firmase el armisticio de Panmunjon, que fijaba el paralelo 38 como frontera entre ambos países.
Durante 2010 la frontera entre ambas Coreas ha sido escenario de diversos conflictos. En el mes de marzo, un barco de guerra surcoreano se hundió en una zona muy cercana, causando la muerte de 46 tripulantes; Corea del Sur aseguró que este incidente fue provocado por un torpedo norcoreano, sin embargo Pyongyang lo negó. La posterior investigación internacional dio la razón a Seúl, que decidió romper las relaciones comerciales con Corea del Norte y Estados Unidos impuso una serie de sanciones contra el régimen de Pyongyang. En junio, Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron una serie de maniobras militares a gran escala en el Mar Amarillo, que Corea del Norte interpretó como una provocación. Como respuesta a estas acciones, en el mes de septiembre, Corea del Norte, lanzó un mensaje a la comunidad internacional: el líder norcoreano Kim Jong il nombró como sucesor a su hijo Kim Jong Un, preparando el camino para una continuidad del hermético régimen comunista norcoreano. Apenas un mes después, militares de Corea del Norte dispararon cerca de la frontera contra agentes de Corea del Sur, sin que haya habido bajas.
Todos estos acontecimientos han preparado el camino para el estallido del último conflicto entre ambos países: los ataques registrados el pasado mes de noviembre. Esta situación pone de manifiesto, una vez más que el armisticio de 1953 queda reducido a papel mojado a la hora de demostrar la fortaleza de ambos países en una frontera compartida.
Veamos los antecedentes de este conflicto y el porqué el paralelo 38 es considerada la última frontera caliente de la Guerra Fría:
La guerra de Corea (1950-1953)
La península de Corea cayó en manos de los japoneses en 1910, convirtiéndose así en una colonia sujeta a las órdenes de Tokio. Esta situación se prolonga hasta los últimos momentos de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas soviéticas penetraron en la península coreana por el norte y las norteamericanas lo hicieron por el sur, estableciéndose en Seúl. Los límites para ambos contingentes se establecieron en el paralelo 38. Previamente no había existido una intención de dividir al país en dos zonas de influencia, tal como se estipuló en la Conferencia de El Cairo (1943) en la que se suponía la concesión de la independencia para la península de Corea.
Sin embargo la situación se decantaba cada vez más hacia una división del país. En el norte, los norteamericanos apoyan a SYNGMAN RHEE (de tendencias conservadoras), mientras que en el sur los soviéticos apoyaron a KIM IL SUNG (antiguo líder guerrillero comunista).
En 1945 en la Conferencia de Moscú, los partidarios de Rhee no aceptaron una administración fiduciaria soviético-norteamericana, así como tampoco pactaron una retirada conjunta de tropas para 1947.
Así pues en 1945 el país quedó dividido por el paralelo 38. Con el estallido de la Guerra Fría la península coreana quedó configurada del siguiente modo: Corea del Norte, que en 1948 se estableció como una dictadura comunista dirigida por Kim il Sung (República Popular Democrática de Corea) y Corea del Sur, dónde quedó establecida una dictadura pro-norteamericana con Rhee a la cabeza (República de Corea del Sur).
A partir de entonces, y hasta 1950 la situación económica y política de ambos países era harto complicada: economías destrozadas, guerrillas comunistas en territorio del sur o continuos choques entre tropas de ambas repúblicas a lo largo del paralelo 38 durante 1949. Esta situación crítica, unida a la retirada de las tropas norteamericanas y soviéticas de territorio coreano, condujo al estallido bélico. Así el 25 de junio de 1950 las tropas norcoreanas iniciaron la invasión de Corea del Sur. Las tropas de Kim Il Sung atravesaron el paralelo 38º y avanzaron triunfalmente hacia el sur. La reacción norteamericana no se hizo esperar, interviniendo por medio de las Naciones Unidas. Estados Unidos envió un ejército para frenar la agresión de Pyongyang, pero quedaron relegados al extremo sudeste de Corea y el régimen surcoreano apenas pudo mantener un pequeño territorio en torno a Pusan (el llamado “perímetro de Pusan).
La situación cambió tras el nombramiento de MacArthur como Comandante en jefe de las fuerzas de las Naciones Unidas para la crisis coreana. Elaboró un arriesgado plan por el cual consiguió desabastecer las líneas norcoreanas, lo que produjo una inminente retirada de las tropas comunistas hacia Corea del Norte. Este hecho cambió el curso de la guerra. Los ejércitos aliados recuperaron rápidamente el territorio perdido y el 19 de octubre tomaron Pyongyang, la capital de Corea del Norte. Ante el desarrollo de los acontecimientos, tomó parte la República Popular China (que había advertido a Estados Unidos que no admitiría una invasión de Corea del norte). Así el 16 de octubre, tropas chinas con apoyo militar soviético penetraron en Corea haciendo retroceder al ejército norteamericano. El 4 de enero de 1951, las tropas comunistas retomaron Seúl y en verano de ese mismo año los frentes se estabilizaron. En ese momento, MacArthur propuso el bombardeo nuclear del norte de China como solución para conseguir una clara victoria. El presidente norteamericano Truman, ante una posible reacción que podía desembocar en un enfrentamiento nuclear con la URSS, destituyó a MacArthu y lo sustituyó por el general Ridgway. La URSS por su parte manifestó su intención de no intervenir en el conflicto.
A partir de entonces, la guerra entró en una segunda fase, se convirtió en una guerra de posiciones y su evolución dependía de los encuentros de las delegaciones de EEUU y de Corea del Sur para pactar un armisticio. Al mismo tiempo que las conversaciones se prolongaban, la guerra era utilizada para influir en las continuas negociaciones. Las conversaciones se prolongaron durante dos años, y el 27 de julio de 1953 se firmó el Armisticio en Panmunjong. En él se acordó una nueva línea de demarcación en torno al paralelo 38º.
En la actualidad la pervivencia del régimen comunista norcoreano ha hecho que esta "frontera de la guerra fría" haya sido la única que ha pervivido hasta el siglo XXI.