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martes, 27 de junio de 2017

LA OPACIDAD DE LOS TRATADOS ECONÓMICOS INTERNACIONALES

En los últimos años, son numerosas siglas (TTIP, TISA, CETA, EPA, etc.) las que inundan el panorama político y económico internacional, pero escasa la información a nuestro alcance, que realmente nos aclare lo que cada uno de estos tratados pretende conseguir. Es obvio y claro que todos ellos presentan un mismo molde ideológico. A continuación podemos observar las principales características de cada uno de ellos, que ponen de relieve su opacidad y
TTIP: Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones. Constituye un proyecto para establecer una zona de Libre Comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU). Presenta numerosas fisuras desde el punto de vista democrático, social y ecológico.
El TTIP tiene una serie de riesgos democráticos, puesto que está siendo negociado de forma opaca y de espaldas a la ciudadanía. Además es totalmente ilógico negociar con EEUU mientras no se ha solucionado el espionaje de la Agencia de Seguridad Americana a millones de ciudadanos europeos.
El TTIP amenaza el actual modelo social, servicios públicos, agricultura o propiedad intelectual. De aprobarse, supondría por ejemplo que se pudiesen comercializar alimentos o transgénicos hoy en día prohibidos en Europa por considerarse nocivos para la salud o el medioambiente. Todo esto sin ni siquiera crear empleo y riqueza para la ciudadanía.
Por último, el TTIP pretende poner en funcionamiento un mecanismo de arbitraje para resolver desencuentros entre Estados y empresas, en condiciones de clara desigualdad, dándose el caso, que un Estado tenga que indemnizar a una empresa por prohibir el fracking en su territorio.
TISA: El Acuerdo sobre Comercio de Servicios (Trade In Services Agreement en inglés) se está negociando de forma nada transparente desde julio del 2013 por parte del grupo llamado "los muy buenos amigos de los Servicios" (formado por EEUU, UE y otros 20 países). El tratado tiene como objetivo la liberalización de los servicios y su ámbito es muy amplio: empleo, transporte, comunicación, datos, servicios legales, subvenciones agrícolas, educación, salud, residuos, suministro de agua, distribución de energía y comercio digital. Puede suponer una amenaza real para los servicios públicos como la salud y la educación, y puede también implicar una mayor liberalización de los mercados financieros.
CETA: El Acuerdo económico y comercial global con Canadá (Comprehensive Economic Trade Agreement). Es una especie de prolongación del TTIP, ya que contiene cláusulas muy similares. El CETA contiene un mecanismo de arbitraje entre inversores y Estados que creará un sistema extra-judicial para demandar las decisiones democráticas de los parlamentos. Permitirá además la entrada de mucha carne de res y de cerdo al mercado europeo y no queda en absoluto claro cómo se garantizará que estas importaciones estén libres de hormonas, además permite la utilización de ciertas sustancias prohibidas en el UE, como pesticidas.
Uno de los problemas que desde luego no ha sido debatido es el impacto del CETA (pero también del TTIP) sobre las diferentes economías europeas. Los países con economías más basadas en la exportación llegarán mejor preparados que los países cuyo desarrollo se centra más en el consumo interno. Los países del Sur de Europa no se adaptarán a estos tratados de forma tan simple como Alemania por ejemplo y perderán en competitividad.
AAE (o EPA): Son los Acuerdos de Asociación Económica negociados entre la Unión Europea y países de África (del oeste, subsahariana, austral, etc.) o pequeñas islas del Pacífico. Su objetivo es suprimir el 75% de los derechos de aduana sobre las importaciones procedentes de la UE y de limitar su política comercial más allá de las exigencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Perjudicará primero a los países africanos. Su agricultura tradicional y de autoconsumo, su seguridad alimentaria y desarrollo regional se verán golpeados de lleno por una competencia europea desleal, destructora de empleos y por una dependencia de los mercados mundiales y de una economía enfocada a la exportación. Además del pillaje programado de sus recursos naturales y subsuelo, dará pie a una migración masiva en una situación dónde la población del Oeste de África crecerá de 70% en 15 años y en un contexto de calentamiento climático particularmente acentuado en esta región.
Ante esta situación y este panorama: ¿Podemos estar de acuerdo y apoyar este tipo de tratados?


“Las decisiones de hoy, serán el presente del mañana”.