Se conoce como Somatén a la institución catalana de carácter medieval, formado por milicias locales, que tenía como objetivo el mantenimiento del orden público. Sus orígenes parecen remontarse a las recopilaciones efectuadas por las Cortes de Cataluña en 1068 y de un usatge (uso feudal) denominado Princeps namque, que regulaba la defensa del Principado de Cataluña y del príncipe, así como la convocatoria a las armas. Ambos textos legales le otorgan un carácter a la vez policial (en el ámbito local) y militar (en el general). Sin embargo, parece que esto no supuso la verdadera constitución del Somatén, que parece haber sido organizado por primera vez oficialmente por medio de un usatge (uso feudal) dado por Alfonso I en la fecha de 1192.
Con Jaime I se llevó a cabo la ordenación del Somatén, constituyéndose en la comarca del Llobregat y extendiéndose paulatinamente al resto del territorio catalán por los reyes sucesivos. Su objetivo residía en la defensa del orden de esta zona y así los somatenes continuaron actuando en territorio catalán a lo largo del medievo.
En 1700 con el comienzo de la Guerra de Sucesión Española, Cataluña se coloca al lado del archiduque Carlos de Austria y en pugna con la Casa de Borbón, lo que provoca que el Somatén actúe en contra de la causa borbónica. Con la victoria de los Borbones en 1713 y la coronación de Felipe V, se produce la disolución de este cuerpo, mediante la aplicación de los Decretos de Nueva Planta: “Por los incovenientes que se han experimentado
en los Sometenes, y juntas de gente armada, mando
que no haya tales Sometenes, ni otras juntas de gente
armada, so pena de ser tratados como sediciosos, los
que concurrieren, ò intervinieren”. Desde entonces hasta finales del siglo XVIII el Somatén permaneció disuelto.
en los Sometenes, y juntas de gente armada, mando
que no haya tales Sometenes, ni otras juntas de gente
armada, so pena de ser tratados como sediciosos, los
que concurrieren, ò intervinieren”. Desde entonces hasta finales del siglo XVIII el Somatén permaneció disuelto.
Sin embargo, en el contexto de la guerra de la Convención (también llamada de los Pirineos) contra la Francia revolucionaria, Luis de Carvajal y Vargas, conde de la Unión y General en Jefe del Ejército de Operaciones de Cataluña en la Campaña del Rosellón de 1794, decidió la reorganización de la institución del Somatén (decretada en 6 de mayo de 1794 en su cuartel general de Figueras).
A partir de entonces, el Somatén comenzó una campaña de hostigamiento contra los miembros del ejército francés, participando de un modo activo al comienzo de la Guerra de Independencia, en este sentido destacan las acciones del Bruc (entre el 6 y el 14 de junio de 1808) y otras menos conocidas como Arbos, Mongat, Castellón de Ampurias , Moncada, Igualada, San Baudilio de Llobregat, etc.
Tras la conclusión de la Guerra de Independencia y el estallido de las luchas entre carlistas y liberales, se configuran una serie de grupos armados sin coordinación ni mando único que hacían la guerra libremente, actuando los somatenes tanto en un bando como en el opuesto.
Como oposición a los carlistas se intentó reorganizar la institución y se dictaron (por orden del general Diego de los Ríos) unas bases con instrucciones para el uso de las armas, registros domiciliarios, detención de sospechosos, etc. Esta iniciativa tuvo un éxito notable, hasta el punto de la creación de los Somatenes Armados de la Montaña Central de Cataluña, en 1858, quedando sus miembros autorizados para usar armas.
La situación da un giro en 1873. Con la proclamación de la I República se decreta la disolución del Somatén y la entrega de las armas por parte de sus componente. Sin embargo con la llegada del nuevo monarca, Alfonso XII, el general Martínez Campos ordena nuevamente la reconfiguración del Somatén con carácter permanente, creándose así el “Cuerpo de Somatenes de Cataluña” para contribuir a la lucha civil, publicándose su reglamento el 19 de septiembre de 1875, surgiendo así una comisión organizadora y un cuerpo activo y jerarquizado militarmente.
El nuevo reglamento establecía dos clases de Somatenes: el Armado, compuesto por propietarios y colonos aceptados por la Comisión, y el General, al que tenían obligación de concurrir todos los vecinos -armados o no- al toque de campana o requerimiento de las autoridades.
A lo largo del reinado de Alfonso XII se producen varios logros para la institución del Somatén: crean su propio órgano de difusión, un boletín titulado Paz y Tregua (1877), el nombramiento el 15 de noviembre de 1897, de la Virgen de Monserrat como Patrona, y la concesión del uso de la enseña nacional (1899).
Con la llegada al trono de Alfonso XIII el Somatén llevó a cabo numerosas actuaciones, ante la situación de huelgas, atentados, revueltas que asolaban a nuestro país. Un claro ejemplo de ello es la participación en la Semana Trágica de 1909 en Barcelona, al lograr la detención de Ferrer y Guardia, considerado el organizador de la revuelta.
En septiembre de 1923, el General Primo de Rivera, al hacerse con el poder, instituye en todo el territorio nacional los Somatenes Armados de España, y los dota de una estructura moderna. También el general Primo de Rivera, en 1923, en su Manifiesto al país y al Ejército, decía: «Somos el Somatén de la legendaria y honrosa tradición española y como él traemos por lema: «Paz, Paz y siempre Paz»... Queremos un Somatén reserva y hermano del Ejército... Pero más lo queremos para organizar y encuadrar a los hombres de bien y que su adhesión nos fortalezca»... Así nació el Somatén Armado nacional, al que podían alistarse todos los hombres útiles mayores de veintitrés años de edad de "reconocida moralidad con profesión u oficio en las localidades donde residieran"...Sus integrantes usaron armas largas de su propiedad y los cabos y subcabos armas cortas. Fueron considerados agentes de la autoridad cuando estaban de servicio y fuerza armada en caso de declararse el estado de guerra.
En 1930, la caída de la Dictadura de Primo de Rivera, propició la desaparición del Somatén y con la proclamación de la Segunda República esta institución desaparece en el ámbito nacional, debido a que se le considera un peligro para el desarrollo del nuevo régimen, sin embargo, fue tolerado en territorio catalán y transferido el Somatén a la Generalidad , aunque no sin sufrir marginaciones. Se intentó una nueva organización de acuerdo al régimen republicano concediéndosele un nuevo reglamento.
En 1934, al suprimirse el "Estat Català" después del intento separatista de octubre, el Somatén "destinado a defender la República" fue disuelto en tan solo unas horas.
Por decreto de 16 de septiembre de 1935, se autorizó nuevamente la organización de Somatenes en localidades inferiores a los diez mil habitantes, pero desligados de toda intencionalidad política, esto es, con la sola finalidad de "asegurar y conservar la paz".
Tras la sublevación de 1936, el Somatén fue de nuevo organizado, pero tras la guerra civil, desaparece nuevamente. o será por mucho tiempo puesto que en 1945, el Ministerio de la Gobernación ordenaba el restablecimiento del Somatén en todo el territorio nacional, bajo la dependencia de los gobernadores civiles y la inspección de los capitanes de la Guardia Civil de su respectiva zona. Las condiciones requeridas para la admisión de sus miembros eran: lealtad probada, honradez sin tacha, plenitud de salud y vigor, valor cívico y firme decisión de afrontar el riesgo impuesto por el servicio.
El Somatén moderno prestó servicios destacados sobre todo entre los años 1945 y 1953 en la lucha contra el maquis, primando su carácter rural. La institución a la largo de toda la dictadura franquista.
De modo definitivo el Somatén queda disuelto en julio de 1978, no sin dejar un hondo calado en la historia militar de nuestro país.