El 24 de marzo de 1976 se produjo un acontecimiento
que marcará la historia reciente de Argentina. Ese día se produjo el golpe de
estado que derrocó al gobierno democrático de Isabel
Perón y una junta integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla,
el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Agosti se hizo con
el control del país.
Como presidente se designó a Jorge Rafael Videla; se dispuso que
la Armada, el Ejército y las Fuerzas Armadas compondrían el futuro gobierno con
participación igual. Comenzaba así el autodenominado “Proceso de Reorganización
Nacional”, lo que realmente acabó siendo una dictadura
represiva. De este modo severo, los militares dieron paso a su plan de
reorganización, algunas de sus acciones más severas fueron:
-
La disolución del Congreso y las
legislaturas provinciales.
-
Destitución de la Corte Suprema de
Justicia.
- Supresión de la actividad política, de los
partidos políticos y de los derechos de los trabajadores y la vigencia del
Estatuto del Docente.
-
Prohibición de las huelgas.
-
Apropiación de numerosos organismos.
-
Censura de los medios de comunicación.
-
Clausura de los locales nocturnos.
-
Desaparición de miles de libros y
documentos que se creían “peligrosos”.
- Intervención a la Confederación General
Económica (CGE) y a la Confederación General del Trabajo (CGT).
-
Imposición de un
determinado corte de pelo para los hombres.
La
reorganización del estado continuó con la llamada guerra sucia, es
decir, el secuestro de personas, las cuales eran llevadas a centros de
detención, por las Fuerzas Armadas, donde eran sometidas a interrogatorios que
terminaban con la muerte de los detenidos. Toda persona quedaba incluida en la
categoría de “enemigo de la nación”.
Los
centros clandestinos de detención y torturas se levantaron por todas partes,
existieron 340 repartidos por el territorio argentino, con nombres como ESMA,
Vesubio, Garaje Olímpico, La Perla, etc.
De
forma paralela se inició un plan sistemático de apropiación de niños. Los
niños se separaban de las madres que parían en los centros de detención, con el
objetivo de inscribirlos como propios y educarlos, venderlos e incluso
abandonarlos en internados. Los militares pensaban que los niños de los
desaparecidos debían perder su identidad, por eso los hacían desaparecer o los
entregaban a familias de militares. Pensaban que la subversión era casi
hereditaria o que se trasmitía a través del vínculo familiar. (Diario
“Página 12”, 10 de diciembre de 1995).
Ante
esta situación en 1977 nació el grupo Madres de la Plaza de Mayo, integrado por
madres de desaparecidos, constituyendo el grupo más activo de oposición al
gobierno.
El “Proceso de
Reorganización Nacional” fue gobernado por diferentes juntas militares
en distintas etapas:
- 1976-1980: Con Videla
como presidente, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti
- 1980-1981: Con Roberto
Eduardo Viola (presidente) Armando Lambruschini y Omar Domingo Rubens Graffigna.
- 1981-1982: Leopoldo
Fortunato Galtieri ( como presidente) Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo.
- 1982-1983:
Cristino Nicolaides, Rubén Franco y Augusto Jorge Hughes. Reinaldo Benito
Bignone fue el presidente de ésta última etapa, aunque no pertenecía a la Junta
Militar.
En el aspecto económico
se aplicaron recetas neoliberales que no resolvieron la problemática económica.
Se inició un proceso de acelerada desindustrialización, ante la imposibilidad
de competir con los productos extranjeros.
En 1977 se puso en práctica
un sistema de devaluaciones preanunciadas (la “tablilla”), que unido a la Ley
de Entidades Financieras, de ese mismo año, dio lugar a la especulación,
también llamada bicicleta financiera.
La dictadura puso en práctica un plan basado en el
liberalismo monetario, que se apoyaba en bancos extranjeros y ciertos
organismos internacionales. Se puso fin al intervensionismo, a la protección
del mercado interno y al subsidio a empresas. Se dejó actuar al mercado
libremente y se bajaron los sueldos.
El resultado de esta
política económica fue muy negativo: se produjo un gran endeudamiento externo,
la quiebra de numerosas industrias y descendió el nivel de vida. Al concluir el
régimen se desató, previsiblemente, la inflación.
El periodo transcurrido
entre 1976 y 1983 dejó como marca el secuestro, la tortura, el robo de bebés y
la muerte de argentinos, la quiebra económica...
Sin duda aquel 24 de marzo
dio comienzo una de las página más oscura de Argentina, con 30 mil
desaparecidos, miles de exiliados y un creciente terrorismo de estado que se
infiltró hasta lo más recóndito de las vidas de millones de argentinos.
Por ello a este régimen autoritario se le considera el más sanguinario
de la historia de Argentina.
Un breve recorrido por la Dictadur Militar Argentina (1976-1983)
La película La Historia Oficial (1985) dirigida por Luis Puenzo refleja el tema de los niños robados, en los últimos años del Proceso. En el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=zpnrlACx52I